Un ciudadano argentino falleció en el accidente aéreo ocurrido en la ciudad de Washington, Estados Unidos, que cobró la vida de un total de 67 personas.
Así lo confirmaron fuentes de Cancillería, luego del siniestro ocurrido el miércoles por la noche. El ciudadano argentino, al parecer, viajaba con su hijo adolescente de nacionalidad chilena. Al cierre de esta edición, no se habían revelado sus nombres.
La colisión se produjo, por causas que se están investigando, entre un avión comercial regional de American Airlines que despegó de Wichita, Kansas, en el que viajaba el argentino, y un helicóptero militar Black Hawk. Las aeronaves chocaron cuando se aproximaban al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington DC y cayeron a las aguas del río Potomac.
Asimismo, en el jet viajaban 14 miembros de la comunidad de patinaje, entre ellos dos patinadores adolescentes, sus madres y dos excampeones mundiales que entrenaban en un club histórico de Boston. Los patinadores Jinna Han y Spencer Lane estaban entre los fallecidos, junto con los entrenadores rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales de parejas de 1994, según confirmó en rueda de prensa Doug Zeghibe, director ejecutivo del Club de Patinaje de Boston. En total, las 14 de víctimas regresaban de un campamento nacional de desarrollo para jóvenes promesas del patinaje después del Campeonato de Estados Unidos en Wichita, Kansas, agregó Zeghibe.
“El patinaje es una comunidad muy unida y compacta. Estos niños y sus padres están aquí en nuestras instalaciones en Norwood, seis, a veces siete días a la semana. Es un vínculo estrecho y sólido”, indicó Zeghibe. “Esto tendrá impactos de largo alcance para nuestra comunidad de patinaje”. El Kremlin también confirmó que Shishkova y Naumov estaban a bordo. “Tristemente no hay ningún sobreviviente. Fue una noche oscura para nuestra nación, una tragedia de proporciones horribles”, sostuvo el presidente estadounidense Donald Trump.
En el avión de American Airlines viajaban 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. En tanto, tres soldados estaban en el helicóptero Blackhawk, según fuentes de Defensa estadounidense. La colisión, cuyas causas se están investigando, ha dejado perplejos a los expertos, dadas las perfectas condiciones de vuelo y los estrictos controles en uno de los corredores aéreos más transitados del mundo. “No debería haber ocurrido”, declaró el Secretario de Transportes, Sean Duffy. “Era un vuelo de lo más rutinario”, dijo Richard Aboulafia, director general de la consultora AeroDynamic.
La colisión se produjo en un espacio aéreo congestionado, pero estrictamente controlado, sobre una ciudad que no había vivido una tragedia aérea semejante desde el atentado de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001. El accidente anterior se produjo en 1982.
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